La relajación hace referencia tanto a nuestro estado fisiológico como al psicológico y emocional; siendo numerosos los efectos positivos de la misma en nuestro organismo. Una persona relajada es una persona más sana, a todos los niveles, y con mejores relaciones.

El aprendizaje de esta técnica nos dota de una serie de herramientas que nos facilita darle un distinto enfoque a la vida y nos aporta una serie de beneficios psicofisiológicos como: serenidad, paz mental, armonía, equilibrio de la tensión arterial, mejora del sistema cardiovascular, regulación del ciclo del sueño, etc.

Además esta técnica proporcionan un tipo especial de descanso para el cuerpo, reestableciendo la confianza en los procesos internos de organismo y permitiendo que funcionen sin nuestra intromisión, de modo más efectivo.

La práctica de la relajación favorece el alcanzar una paz interior que se siente como algo propio y menos dependiente del exterior. La autorrealización se experimenta como una experiencia de autoaceptación, autorespeto y autonomía personal. Es la respuesta que combate la angustia y la ansiedad.

En el Gabinete utilizamos diversos tipos de relajación: Mindfulness, Respiración consciente, Relajación muscular, Visualización, Meditación; Pues no todas las personas se relajan igual.