María Gutiérrez Psicólogo Soria

Métodos de Trabajo

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Intervención con sentido, respeto y mirada integral

Empleamos un amplio abanico de estrategias y métodos específicos para resolver los posibles problemas de los menores y sus familias; siempre de forma personalizada, partiendo de que cada persona somos diferente. Combinamos materiales técnicos con otros diseñados por nuestro equipo.

Entre las principales técnicas utilizamos las siguientes:

La Terapia Cognitivo Conductual (TCC), es un tipo de terapia psicológica que se enfoca en los pensamientos, sentimientos y comportamientos de una persona para ayudarla a cambiar patrones perjudiciales y mejorar su bienestar. Se basa en el principio de que éstos están interconectados y que cambiar uno de ellos puede tener un impacto positivo en los otros. 

La TCC es una técnica orientada al presente y a la resolución de problemas actuales. Su objetivo es ofrecer herramientas prácticas para gestionar de forma más eficiente situaciones de la vida diaria, desarrollando habilidades que la persona puede aplicar a lo largo de su vida.

Al abordar tanto los pensamientos como los comportamientos, la TCC ofrece una intervención amplia y profunda para tratar una variedad de trastornos emocionales y conductuales. Este enfoque ha sido enormemente validado por estudios científicos y ha demostrado su efectividad en múltiples contextos, lo que la ha convertido en la terapia más estudiada y utilizada en la psicología actual para tratar una amplia variedad de trastornos y problemas emocionales.

Desde el Gabinete apostamos por una combinación de la TCC con otros enfoques permitiendo, así, un tratamiento individualizado y adaptado a las particularidades de cada individuo. A esto se le conoce como psicoterapia integradora.

La terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares (Eye Movement Desensitization and Reprocessing), más conocido por sus siglas, EMDR, es una de las conocidas como terapias de tercera generación, desarrollada en el siglo XX por Francine Shapiro.

Dicha terapia está basada en el modelo de Procesamiento Adaptativo de la Información (PAI). Este se refiere a un mecanismo innato de curación que todos tenemos según el cual nuestro sistema nervioso procesa e integra aquello que nos va sucediendo. De esta forma, el cerebro está diseñado para tomar cualquier tipo de confusión emocional y llevarla a un nivel de salud mental. Sin embargo, hay ocasiones en los que la información relacionada con experiencias traumáticas o estresantes no se procesa completamente bloqueando ese sistema innato de curación, quedándose atascados los pensamientos, creencias, sensaciones corporales y emociones que se tuvieron durante el momento traumático.

Con EMDR lo que se consigue es reprocesar esos recuerdos contemplando ese hecho desde una más adaptativa. Esa resolución adaptativa es lo que favorece la salud mental. (Shapiro, 2013).

Los adultos solemos asociar la palabra “trauma” a guerras, crímenes violentos, terremotos, accidentes graves… Sin embargo, el concepto de trauma para un niño tiene otra dimensión. Pueden resultar traumáticos acontecimientos aparentemente menores, como una llamada de atención, una imagen impactante de una película, el atragantamiento con una pieza de comida, el fallecimiento de un ser querido o experiencias tempranas de las que no hay aparentemente memorias durante la gestación o el parto. Por supuesto, también son traumáticos sucesos de gran envergadura como accidentes de tráfico o catástrofes. Los niños son más vulnerables al trauma que los adultos. Estos problemas si no se tratan, suelen empeorar con el tiempo pudiendo causar un deterioro funcional en muchas áreas. Las experiencias en un adulto alteran la organización del cerebro, en un niño afectan el propio desarrollo de ese cerebro. (Lovett, 2000).

La terapia EMDR se aplica tanto en población clínica como no clínica.

EMDR es una psicoterapia basada en evidencia científica con muchos estudios de calidad detrás. Es uno de los tratamientos basados en la evidencia empírica conocidos para el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT). Desde 2013, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido a este enfoque como uno de los recomendados como tratamiento de elección para los problemas derivados del trauma. Diversos estudios abalan su eficacia tanto para el tratamiento del TEPT (Trastorno de Estrés Postraumático) como de otras patologías como depresión, psicosis, dolor crónico, adicciones o fobias. Metaanálisis, revisiones sistemáticas y ensayos clínicos aleatorizados controlados) muestran la eficacia del EMDR tanto en adultos como en población infanto-juvenil.

Los terapeutas de EMDR deben de tener una formación específica que avale su aplicación. En nuestro país, es la Asociación EMDR España (por delegación de la EMDR Europe Association) quien se encarga de la acreditación de los profesionales que trabajan con EMDR, a través de formaciones que reúnen unos adecuados criterios de calidad y fidelidad a los procedimientos refrentados por la investigación; siendo para adultos una formación básica y para infanto-juvenil otra formación adicional específica.

Esta técnica además de ayudar en traumas y otros problemas derivados del estrés, también se ha demostrado eficaz en fobias, duelos complicados, depresión, ataques de pánico, imagen corporal negativa, trastornos de ansiedad, problemas de sueño, problemas de acoso o abuso, trastornos psicosomáticos, entre otros.

 

El Mindfulness significa “atención o consciencia plena”. Es la focalización de la atención en el momento presente, es un método para conseguir la atención plena, centrándonos en lo que está sucediendo “aquí y ahora”, la actuación con amabilidad, sin juicio, y el ejercicio de la no reactividad, es decir, de la respuesta con calma, en lugar de reaccionar de manera automática e impulsiva”.

Esta técnica aporta numerosos beneficios que incluso la Neurociencia ha recogido a través de imágenes cerebrales, observando cómo produce efectos no sólo a nivel emocional o mental, sino también corporal y bioquímico.

Entre sus beneficios están:

  • Mejora de la atención, de la concentración.

  • Fomento de la capacidad de identificar los pensamientos y redirigirlos.

  • Mejora en la relación con mis emociones: aumento de la identificación y gestión emocional

  • Disminución de la reactividad emocional y de comportamientos impulsivos.

  • Reducción del estrés, aumento de la relajación y fomento de estados de calma a través de la activación del Sistema Nervioso Parasimpático.

  • Potencia la resiliencia.

  • Fomenta la aceptación de uno mismo y las circunstancias.

La terapia de apego es una forma de intervención basada en la teoría del apego desarrollada por John Bowlby. Su objetivo principal es reparar o fortalecer los vínculos afectivos entre una persona (niño, adolescente o adulto) y sus figuras significativas.

El apego se entiende como un vínculo, una relación emocional especial que implica un intercambio de confort, cuidado y placer. John Bowlby dedicó una extensa investigación al concepto de apego, describiéndolo como una «conexión psicológica duradera entre los seres humanos».

En la terapia de apego se busca:

• Sanar heridas de apego (por negligencia, abuso, abandono, separación).
• Promover la seguridad emocional.
• Restaurar o establecer vínculos saludables.
• Trabajar traumas tempranos o vinculares.

¿Con quién se usa?:

• Niños y adolescentes con historia de trauma, negligencia, adopción, institucionalización.
• Padres o cuidadores para mejorar la relación con sus hijos.
• Adultos con problemas vinculares, relacionales o síntomas derivados de apegos inseguros.

Objetivos terapéuticos:

• Fomentar un apego seguro.
• Regular las emociones difíciles.
• Reestructurar creencias negativas sobre uno mismo y los demás.
• Mejorar la empatía, la confianza y la intimidad emocional.

Dentro de esta terapia usamos diferentes estrategias como programa para padres centrado en las necesidades emocionales del niño, mentalización, EMDR con enfoque de apego, terapia de juego y/o terapia narrativa de apego.

En esta terapia las sesiones se realizan, principalmente, con el niño y el cuidador.

La terapia con caja de arena (sandplay) es una técnica que se utiliza a menudo en el ámbito terapéutico para ayudar a las personas a expresar y procesar sus emociones, pensamientos y experiencias de una manera creativa y no verbal.
Consiste en usar una caja llena de arena en la que se pueden crear escenas, figuras o símbolos que representan diferentes aspectos de la vida o sentimientos del individuo. Es un espacio seguro y controlado donde los pacientes pueden explorar sus mundos interiores a través de la creación de escenas y narrativas simbólicas, sin temor al juicio o la crítica. Es una herramienta muy útil para explorar el mundo interno y promover la introspección, especialmente en niños, pero también en adultos.
Fue desarrollada por la psicóloga suiza Dora Kalff en la década de 1950; y hunde sus raíces en la teoría jungiana. No obstante, también puede concebirse como un método dentro de la terapia de juego (sandtray).
Esta técnica permite trabajar cuando resulta difícil poner en palabras lo que nos pasa, bien porque no podemos verbalizarlo o bien porque ni siquiera lo sabemos. Esto ocurre habitualmente con los niños pero también con muchos adultos. Esta potente técnica nos ayuda a descifrar nuestro interior de forma sencilla, espontánea, a través del juego y sin ningún esfuerzo.

La terapia de caja de arena puede ser utilizada tanto con niños como con adolescentes y adultos. Especialmente útil para aquellos con dificultades para expresar sus emociones o que han experimentado traumas, como bullying, o problemas familiares en casa. Con esta técnica no tenemos que pensar, juzgar, analizar, recordar, hablar… sólo hace falta dejarse llevar por la creatividad del juego y nada más.

Entre las VENTAJAS de esta técnica están las siguientes:

• No es necesario hablar.
• Alivia sufrimiento. 
• Permite tomar la distancia emocional necesaria para ir elaborando la experiencia traumática sin tanto dolor.
• El juego nos permite expresarnos libremente de una forma más inconsciente, sin que el consciente o la razón se interpongan con sus sentimientos de control.
• La técnica a través del juego la hace más divertida, creativa y fácil para el paciente.
• Proporciona un lenguaje no verbal que aporta numerosos símbolos universales lo que es útil para todas las edades, condiciones e idiomas.
• La escenificación de los elementos suponen un proceso de identificación y proyección.
• Cuando lo que se narra está cargado de emociones dolorosas que permanecen disociadas, la técnica ayuda a la integración del trauma.

La terapia de juego es una forma de psicoterapia infantil que utiliza el juego como medio principal para ayudar a los niños a expresar sus emociones, resolver conflictos, mejorar habilidades sociales y enfrentar dificultades emocionales.

El juego es el lenguaje natural del niño; a través de juguetes, juegos simbólicos, dibujos, historias o actividades creativas, el terapeuta observa, interpreta e interviene en la conducta del niño para promover su desarrollo emocional.

Entre los objetivos principales de esta terapia están:

• Expresar emociones reprimidas.
• Desarrollar habilidades de afrontamiento.
• Aumentar la autoestima.
• Mejorar la comunicación.
• Resolver conflictos internos.
• Fortalecer vínculos familiares (en algunos casos se involucra a los padres).

Como técnicas comunes se usan el juego simbólico, juegos de mesa adaptados terapéuticamente, dibujos y arte, cuentos terapéuticos, caja de arena (sandplay therapy), marionetas o muñecos y materiales creados por el propio gabinete.

Los beneficios principales de esta técnica son:

• Permite explorar emociones difíciles de otra manera inaccesibles.
• Establece una relación de confianza con el terapeuta.
• Reduce síntomas de estrés, miedo y tristeza.
• Mejora la conducta y la regulación emocional.

La terapia familiar es un enfoque terapéutico que trabaja con la familia como un sistema, no solo con un individuo. Su objetivo es mejorar las dinámicas relacionales entre los miembros, resolver conflictos y fortalecer los vínculos afectivos y de comunicación.

Se considera que los problemas de un miembro están conectados con el funcionamiento del sistema familiar en su conjunto. No busca “culpar” a nadie, sino entender los patrones relacionales y promover el cambio. Se analiza la estructura para comprenderla y así ayudar a todos y cada uno de los miembros a resolver los conflictos que hay entre ellos.

¿Cuándo se recomienda?:
• Problemas de comunicación o conflictos persistentes.
• Duelos, separaciones, divorcios.
• Conductas problemáticas en niños o adolescentes.
• Trastornos alimentarios, adicciones.
• Enfermedades crónicas o mentales en un miembro.
• Familias adoptivas, reconstituidas o con tensiones culturales.

Objetivos principales:

• Identificar y cambiar patrones de relación disfuncionales.
• Fortalecer los vínculos familiares.
• Mejorar la comunicación y la empatía.
• Fomentar el apoyo mutuo en la familia.
• Aumentar la flexibilidad y la resolución de problemas.

Desde el Gabinete trabajamos sobre todo con un enfoque sistémico, estructural y estratégico. Durante las sesiones el terapeuta potencia y guía el diálogo, observa las interacciones y puede usar juegos, metáforas, dinámicas, técnicas de theraplay, tareas para casa, etc.

Los reflejos primitivos o primarios, son una serie de movimientos automáticos y estereotipados que están dirigidos desde el tronco encefálico del bebé; son respuestas automáticas que los bebés tienen en sus primeros meses de vida. Estas respuestas son esenciales para su desarrollo y supervivencia, ya que les ayudan a adaptarse a su entorno. Éstos son esenciales para el desarrollo de las habilidades voluntarias y la correcta maduración cerebral del niño. Después de haber ayudado al bebé a sobrevivir esos primeros meses, los reflejos primitivos deben de desaparecer progresivamente a medida que el niño crece y su sistema nervioso se desarrolla. Si, por diferentes causas, se mantienen activos, o no se han desarrollado o inhibido adecuadamente, puede afectar a áreas como la coordinación motora, el equilibrio, la atención, la regulación emocional o la capacidad de aprendizaje.

Las reacciones más visibles en los niñ@s afectados por la presencia de reflejos suelen ser:

• Presencia de grandes tensiones, nerviosismo constante, miedos exagerados, reacciones desmesuradas, fuertes rabietas, incluso agresivas.
• Ansiedad crónica.
• Regulación emocional deficiente.
• Baja autoestima.
• Timidez extrema.
• Mostrar sensibilidad excesiva a determinados sonidos, luces, aglomeraciones, al tacto, olores, etc. O por el contrario una hiposensibilidad.
• Dificultad para ignorar información irrelevante.
• Pueden mostrar signos de inflexibilidad o poca capacidad de adaptación.
• Conductas de evitación o negativas defensivas.
• Se puede encontrar problemas en la percepción del espacio, poca comprensión en el sentido del tiempo y por tanto poca habilidad para realizar secuencias de actividades.
• También puede verse afectada la percepción de la profundidad.
• Problema de lateralidad, direccionalidad, contralateralidad y equilibrio.
• Poca coordinación ojo-mano o descoordinación en general.
• Menor rendimiento motor.
• Inatención, impulsividad, dificultad para concentrarse, baja memoria a corto plazo.
• Dificultades en el campo académico como en el uso de la escritura (grafía y expresión, inversión de letras de números o en espejo); incorrecta pinza escribana; dificultades en la representación de figuras simétricas, dificultad de comprensión, concentración y en general dificultad al cruzar la línea media.
Es importante detectar y trabajar en la integración de estos reflejos para favorecer un desarrollo más equilibrado y saludable. En nuestro Gabinete tras la evaluación de reflejos llevamos a cabo un programa de Reorganización Neurofuncional. Basándonos en las técnicas de Peter Blythe en el campo de la psicología Neurofisiológica, empleamos el método “Reorganización Neuro-Funcional RNF” para identificar problemas y atajarlos retomando las etapas del desarrollo físico del niño con el objetivo de dar al cerebro una “segunda oportunidad” de subsanar aquellos déficits que continúan interfiriendo en su evolución. Esto se complementa con el método de Movimientos Rítmicos pasivos y activos del psiquiatra Dr. Harald Blomberg (BRMT) y con los ejercicios metódicos de estimulación de la experta en neurodesarrollo fisiológico infantil, Sally Goddard. Con todo ello, conseguimos una terapia completa atendiendo a todas las fases del desarrollo.

Aprovechamos la plasticidad neuronal para, a través de técnicas no invasivas, crear nuevos circuitos neuronales y estimular su mielinización siguiendo la organización ascendente de las estructuras cerebrales y su maduración (tronco encefálico, cerebelo, ganglios basales, sistema límbico y neocórtex)

Tras realizar la evaluación correspondiente, diseñamos Programas Individualizados, basándonos en el nivel de afectación en que se encuentre el niñ@, la maduración del sistema nervioso, el nivel de desarrollo de la conexión interhemisférica y el efecto que esto ha dejado en el niñ@ y en la dinámica familiar.

S.V.T.A es un método dinámico para trabajar las habilidades cognitivas y visomotoras de los niños con problemas de aprendizaje. Es un método que utilizamos para trabajar las dificultades académicas.

Numerosos estudios destacan que las habilitades cognitivas se pueden potenciar y trabajar a través de la terapia integrada perceptivo-cognitiva.
(Longe Riggs, 2001; Farrow y Abernethy, 2002; Abernethy et al., 1994; Ward y Williams, 2003; …).

Cada vez están más demostrados los óptimos resultados académicos obtenidos al trabajar las habilidades cognitivas, integradas con el sistema motor mediante ejercicios que implican el feedback visual aumentando la información disponible por el cerebro durante la generación de un output motor complejo y adaptativo como base del gesto técnico y del movimiento especifico, pautado y rítmico, consigiendo mejorar notablemente las capacidades motoras y de aprendizaje.

A través de este método trabajamos:

• Atención, Concentración, Memoria.
• Adquisición de habilidades para mejorar la lectoescritura.
• Implementación de habilidades motoras, coordinativas y visuales.
• Entrenamiento cognitivo-decisional y lógico.
• Hiperactividad, anticipación motora e impulsividad.
Dentro de este programa se incluye el trabajo con Senso Buzz MILLISECOND que ayuda a implementar los conocimientos adquiridos de forma lúdica.