INTELIGENCIA EMOCIONAL

Se refiere a la habilidad de supervisar y entender las emociones propias y las de los demás, discriminar entre ellas y usar la información para guiar nuestro pensamiento y acciones.

El ser humano es un ser emocional. Todos los días nos suceden o evocamos cosas que producen que sintamos emociones. Esa búsqueda constante, ese objetivo que perseguimos para nosotros mismos y nuestros seres queridos (esa búsqueda de la “felicidad”), no es ni más ni menos que un objetivo emocional. Por eso es tan importante el vivir con inteligencia emocional.

Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizajes, carácter y de la situación concreta. Algunas de las reacciones fisiológicas y comportamentales que desencadenan las emociones son innatas, mientras que otras pueden adquirirse. Las emociones afectan a nuestra vida diaria e influyen en nuestras decisiones. Literalmente las sentimos en el cuerpo. Los sentimientos, tanto agradables como desagradables son los dominadores de nuestra energía.

Lo importante es saber qué son las emociones y aprender a cómo manejarlas para poder superar el estrés, los problemas diarios, los problemas relacionales y tomar las mejores decisiones.

La educación emocional tiene como finalidad aumentar el bienestar personal y social. El aprender a manejar las emociones ayuda a que tengamos una mejor salud y que experimentemos mejores relaciones con las demás personas.