La estimulación o atención temprana, son un conjunto de actividades dirigidas a potenciar las capacidades de los bebés y agilizar su adaptación al entorno. Su finalidad es crear interconexiones neuronales más sólidas y reforzarlas, de modo que sus capacidades de percepción y aprendizaje sean mayores. Con ello, sus habilidades y destrezas surgirán de un modo más consistente y saludable.

A través de actividades donde los niños se divierten, se fomenta las áreas del desarrollo motriz, cognitivo, del lenguaje y socio-emocional. Esta técnica se realiza desde el nacimiento del bebé hasta los 6-7 años, aprovechando el periodo de mayor plasticidad neuronal del cerebro.

Se diseña un programa para el bebé o el niño tomando en cuenta sus necesidades y entorno familiar, ubicando los objetivos que se quieren trabajar para intervenirlos, y al mismo ritmo se va evaluando el proceso. Aunque se establezca prioridad en un área en especial, se trabajarán todas.

Hay que aclarar, que estas actividades no persiguen en ningún momento forzar las capacidades de los niños, sino tratar de potenciarlas dentro de sus propios límites. Tampoco se intentan alterar los ritmos naturales del bebé o no respetar sus preferencias, sino que lo que se busca es proporcionarle un crecimiento en un entorno de respeto, conocimiento y habilidad.

Es recomendable para todos, pero especialmente útil para aquellos niñ@s con algún problema de salud.